
La vida nos pone en caminos inesperados. A veces, esos caminos están llenos de desafíos y pruebas que nos hacen dudar de nuestra fortaleza, de nuestra capacidad para seguir adelante. Pero en esos momentos oscuros, también nos envía personas que, sin buscarlo, se convierten en nuestra luz. Para mí, esa persona fue Don Juan Carlos.
Hoy, en el Día del Cariño, quiero dedicarle este espacio a él, a su amistad inquebrantable, a su apoyo casi paternal y al café que nos unió. Porque Arábigos Café no solo nació de una idea, sino del amor, la confianza y la guía de un hombre que creyó en mí cuando yo misma había dejado de hacerlo.
Un Café en el Momento Indicado
Estaba pasando por una de las etapas más difíciles de mi vida. Todo lo que había construido parecía desmoronarse y, por primera vez en mucho tiempo, me sentía completamente perdida. Había días en los que me costaba levantarme, en los que la incertidumbre pesaba tanto que cualquier esfuerzo parecía en vano.
En medio de ese caos, fui a la oficina de uno de mis clientes de contabilidad para revisar unos documentos. Lo que no sabía es que aquella reunión de trabajo se convertiría en un punto de inflexión en mi vida.
— «Tómese un café conmigo.»
Así, sin más, Don Juan Carlos me extendió una taza humeante. No era solo una cortesía, era una invitación a hacer una pausa, a respirar, a soltar por un momento el peso que cargaba sobre mis hombros.
Al principio, la conversación fue estrictamente laboral, pero con cada sorbo, la tensión fue cediendo. Poco a poco, me encontré hablando de mis preocupaciones, de mis miedos, de todo lo que sentía que estaba perdiendo. Y él simplemente me escuchó.
No con lástima, no con juicios, sino con la paciencia y la sabiduría de alguien que entiende que la vida tiene ciclos, que los fracasos son parte del camino y que, aunque en el momento no lo veamos, siempre hay una salida.
Un Amigo, un Mentor, un Segundo Padre
Aquel no fue el último café que compartimos. Don Juan Carlos se convirtió en un pilar en mi vida. Desde aquel día, me invitaba regularmente a su oficina, no solo para hablar de negocios, sino para recordarme que yo tenía la capacidad de salir adelante.
— «Usted es más fuerte de lo que cree.»
Esa frase se quedó grabada en mi corazón. Cada vez que la duda me atacaba, él estaba ahí, con su temple sereno y su confianza inquebrantable en mí.
Me hablaba de sus propias experiencias, de sus fracasos y aprendizajes, de cómo la vida lo había puesto a prueba y de cómo siempre encontraba la forma de reinventarse. Sus palabras no eran solo consejos; eran un reflejo de su vida, de su resiliencia, de su forma de ver el mundo.
Sin darme cuenta, se convirtió en mi mentor, en mi inspiración, en el amigo que nunca supe que necesitaba y en el apoyo que tanto anhelaba.
El Café que Nos Unió y el Sueño que Nació
En una de esas conversaciones, le conté que el café siempre había sido especial para mí, que cada taza traía consigo recuerdos, momentos compartidos, ideas que nacían entre sorbos.
— «Entonces, hágalo. Conviértalo en su propósito.»
Su voz tenía esa firmeza que hacía que cualquier idea pareciera posible. Y por primera vez en mucho tiempo, creí en mí misma.
Y Don Juan Carlos estuvo ahí en cada paso del camino. Me ayudó a planear, a organizarme, a dar los primeros pasos con la seguridad que a mí me faltaba. No porque esperara algo a cambio, sino porque creía en mí. Porque quería verme brillar.
Fue así como nació Arábigos Café. No solo como un negocio, sino como un homenaje a todas esas conversaciones, a todos esos cafés que me devolvieron la esperanza. Quería que cada taza fuera un recordatorio de que siempre hay una segunda oportunidad, de que los momentos difíciles no son el final, sino el inicio de algo nuevo.

Un Homenaje a la Amistad Verdadera
El Día del Cariño es una fecha para celebrar el amor en todas sus formas. Y hoy, quiero celebrarlo honrando la amistad incondicional, el apoyo genuino, el cariño que no necesita palabras grandiosas ni gestos exagerados, sino simplemente estar ahí.
Don Juan Carlos fue y sigue siendo mi roca. Un amigo, un mentor, un segundo padre. El hombre que, con una taza de café, me recordó que la vida sigue, que los sueños se pueden reconstruir y que siempre hay personas dispuestas a sostenernos cuando creemos que no podemos más.
Si hoy Arábigos Café es una realidad, es gracias a él.
Si hoy miro hacia adelante con esperanza, es porque un día me dijo que era más fuerte de lo que creía.
Si hoy puedo compartir esta historia, es porque él me enseñó que las historias tienen poder, que nos unen, que nos transforman.
Gracias, Don Juan Carlos
Este café, este sueño, esta segunda oportunidad… todo esto lleva su esencia, su confianza, su cariño.
Gracias por cada conversación, por cada consejo, por cada gesto que me demostró que no estaba sola.
Gracias por ser el amigo que la vida me regaló en el momento en que más lo necesitaba.
Gracias por ser la luz en mi camino y por demostrarme que siempre hay razones para seguir adelante.
Hoy, levanto mi taza en su honor. ☕❤️
Feliz Día del Cariño.
—
📞 Teléfono de contacto: (+502) 5951-8740
📩 Correo: consultoradecafe@arabigoscafe.com
🌐 Visítanos: www.arabigoscafe.com
#Homenaje #DonJuanCarlos #DíaDelCariño #HistoriasQueInspiran #ArabigosCafé #CaféConPropósito






